La serpiente

El cielo caia despavorido. No sé si pronosticaba lo que se aproximaba ó simplemente era consecuencia de días tan calurosos como venia siendo la semana.

Estaba sentada en la marco de una ventana blanca, mirando cómo las nubes se apoderaban de ese cielo tan turquesa. De repente se acerca, se sienta y entablan una conversación

muy cerca de lo prohibido..

- ¿que pensás? 

- pienso que no tengo abrigo, y tengo frío

Él que tenía una campera muy cara, se la sacó y se la puso sobre los hombros.

- gracias..aunque te mentí

- ¿porque me mentiste?

- por que no tengo tanto frío, tengo escalosfríos.. que es distinto.. ¿me vas a decir que no te diste cuenta?

- ¿de que me tengo que dar cuenta?

- ¿que pasaría si te enamorás?  y no me respondas con " mortificarias tu carne"..

- nunca lo pensé, siempre estuve muy seguro

Se acerca despacio como serpiente, respira su oxígeno, el espacio entre ellos cada vez es más cercano..

Y sucede lo que no tenía que suceder..

Sus labios tibios se mezclan, sólo por unos segundos..al caer en la realidad de ambos, la escena pasional desaparece..

Lo único que queda es una mirada cómplice, y deseo infinito, una atracción delimitada..

Él acarició su pelo, sus mejillas, su cuello.. su falda..

Ella atinó a devorarlo con la mirada, a desnudarlo con el pensamiento..

- sos la manzana prohibida..

- sos el santo más deseado

A tu lado Camilo